jueves, 28 de diciembre de 2017

EN DEFENSA DE LOS PUEBLOS NATIVOS




 


                       EN DEFENSA DE LOS PUEBLOS NATIVOS

 

            La historia de los pueblos, son escritas por los vencedores y por lo tanto, la de los vencidos, volcada al ostracismo, relegada y culpabilizada por una intolerancia infinita que los expropian de sus tierras, de su moral y costumbres, de su libertad y sus vidas. Nada justifica tales actos ignominiosos y contra ellos hemos de revelarnos demostrando y activando nuestra solidaridad internacional. Que sus historias crezcan y permanezcan en nuestra memoria.

            Mi primer grano de arena se ha inclinado hacia dos pueblos (existen más de trescientos) que llaman profundamente mi atención y que respeto profundamente por la riqueza de su organización social, por su rebeldía y por su imponderable “democracia directa”: IROQUESES Y MAPUCHES.

            Es evidente que cuando comenzamos a leer, lo hacemos de forma dubitativa e inconstante. Con el tiempo (no sin esfuerzo)  con perseverancia y empeño, logramos convertirla en una soberana y hermosa pasión. En ése caminar, de tropezón en tropezón, apenas sin entender, hasta que lo releemos años más tarde y logramos comprender, los por qué y sus enseñanzas. Vamos pasando de un libro a otro, obligado por su contenido, sus notas y referencias.            Fue así como creció en mí un gran interés por el conocimiento de las ideas y la toma de conciencia, en la relación del hombre con la naturaleza. El Apoyo Mutuo de Piotr Kropotkin y el Hombre y la Tierra de Élisée Reclus  fueron obras que me marcaron y señalaron un camino, en la defensa de los  pueblos autóctonos, derrotados y oprimidos; física y culturalmente masacrados por los Estados, cuya ambición de poder es inagotable. 

 

                                                           LOS IROQUESES

                                                                                                

            Gracia a la lectura del Origen de la Familia de Friedrich Engels, supe de Lewis Henry Morgan, considerado uno de los fundadores de la antropología moderna. A través de él pude ilustrarme y comprender, la grandiosidad de la organización social y económica de los pueblos Iroqueses.

           
           
Estos pueblos se constituían en una cultura matrilineal, donde la tradición y las decisiones más importantes pasaban por la senda de las mujeres. El clan o la comunidad estaba constituido por familias centradas en la mujer. Los hijos recibían el nombre del clan de la madre. Eran las mujeres, las que elegían a los nuevos jefes y a los cincuenta delegados o hombres buenos para los Concilios de las Cinco Naciones y además administraban lo que se debía cultivar y su extensión. Tenían vigente una especie de matrimonio fácilmente disoluble por ambas partes, la descendencia de este tipo de parejas era reconocida por toda la tribu, pero los iroqueses no solo llamaban hijos e hijas a los suyos propios sino a todos los hijos de sus hermanos, por el contrario llamaban sobrinos y sobrinas a los hijos de sus hermanas. 

            Las naciones conservaban su soberanía y participaban en las decisiones de la Confederación y la responsabilidad de proteger la paz, el mundo natural y las futuras generaciones.

En 1640 se desató la Guerra de los Castores, donde los iroqueses quedaron enfrentados a los franceses aliados con las tribus algonquinas por el monopolio de las pieles alentados y manipulados por holandeses, franceses y británicos.

            En conjunto estos pueblos constituyen la más antigua democracia participativa de América, y tuvo una influencia directa tanto en la democracia y el constitucionalismo, como en la idea de la igualdad de mujeres y hombres en la sociedad moderna. En especial Benjamín Franklin, quien tuvo trato directo con ellos en 1753, destacó en sus obras que el grado de autonomía individual que gozaban los habitantes de la confederación era desconocido en Europa y publicó los tratados indios, considerada como una de sus obras más importantes.

            Todas las tribus se organizaban en un sistema de clanes con diferentes denominaciones. Se dividían en ohwachira (gran familia), cada una de las cuales tenía un Oyaron (espíritu protector propio) y eran de tipo matriarcal, hecho que se reflejaba en la costumbre de que el niño recibía un nombre del clan de la madre. Ningún hombre podía presidir un clan y ninguna mujer ser jefe militar o Sachem. A las jefas de los clanes correspondía elegir a los jefes militares.

            La casa comunal era un rasgo característico de los pueblos iroqueses. Cada una de ellas constituía un microcosmos de la comunidad entera y se convertía en un símbolo de su identidad. Así, normalmente hablaban de ellos mismos como "El pueblo de las casas comunales".

            Algunos iroqueses fueron convertidos al catolicismo y lucharon contra los que habían mantenido la religión nativa. Durante las luchas por la independencia de Inglaterra los iroqueses se dividieron, una parte apoyó a los ingleses y otra peleó al lado de los rebeldes. Los norteamericanos invadieron los terrenos de los iroqueses, los vendieron y fragmentaron su cultura enfrentándolos. Después de la independencia de los Estados Unidos gran cantidad de iroqueses tuvieron que emigrar a Canadá y el resto fue desplazado de sus territorios originales.

 

 

                                                           LOS MAPUCHES

 

         Si en el caso de los iroqueses mi atención hacia su historia fue debida a la lectura del Origen de la Familia, la de los mapuches me abordó a contra mano, y por mi propia familia. Lo cierto es que mi hija Susana, ha vivido en Chile cerca de trece años, dedicada a sus estudios y posterior empleo como profesora e investigadora de biología en las universidades de Concepción y de Chillán. De su relación con Julio su pareja nos gratificaron con un hermoso niño hispano chileno: mi primer nieto. En sus visitas, siempre me aportaba algún detalle; entre los que más me agradaron fueron: una bandera mapuche y  un libro editado por Pehuén, sobre el testimonio de un cacique mapuche llamado: Longo Pascual Coña. Pero sobre todo ha sido el trabajo de José Bengoa: Los Mapuches: historia, cultura y conflicto  quién me ha permitido un mayor entendimiento y comprensión sobre la historia y los problemas actuales de éste gran pueblo. Vaya para José Bengoa mi agradecimiento  por poder mostrar parte de su trabajo.


 

      Los Mapuches son el pueblo nativo más numeroso de Chile. Casi un millón de personas se consideran miembros de esa cultura. La historia del país es inseparable de la historia mapuche. Los españoles los denominaron araucanos y la voz la hizo famosa en el poema de La Araucana, del poeta Alonso de Ercilla y Zúñiga. Habitaban a la llegada de los españoles un enorme territorio desde los valles al norte de lo que hoy es la capital de Chile, Santiago, hasta donde comienzan las islas del Sur, el Archipiélago de Chiloé. Hoy, habitan en comunidades rurales en el sur de Chile y en menor medida en el sur de Argentina y muchos han migrado a las ciudades. Es un pueblo con una fuerte identidad y que mantiene vivas la mayor parte de sus tradiciones y su lengua.

            Los mitos de origen de los mapuches muestran hasta el día de hoy esa lucha despiadada entre la tierra y el agua, entre la lluvia y las montañas, siempre refugio para los humanos.

            Allá en el fondo del mar en lo más profundo, vivía una gran culebra que se llamaba Kaikai. Las aguas obedecían a las órdenes de la culebra y un día comenzaron a cubrir la tierra. Había otra culebra tan poderosa como la anterior que vivía en la cumbre de los cerros. El Ten Ten aconsejó a los mapuches que se subieran a los cerros, cuando comenzaron a subir las aguas. El agua subía y subía y el cerro flotaba y también subía, los mapuches se ponían cantaritos sobre la cabeza para protegerse de la lluvia y el sol, y decían cantando Kai, Kai, Kai, y respondía, Ten, Ten, Ten, Hicieron sacrificios y se calmó el agua, y los que se salvaron bajaron del cerro y poblaron la tierra.

            El centro de la cultura mapuche antes de la llegada de los españoles se encontraba alrededor de los grandes ríos del sur de Chile. Podemos denominarla como una “sociedad ribereña”, ya que transcurría a las orillas de los ríos y lagunas que abundan en esa parte del territorio. Por sus aguas remaban en sus canoas, algunas muy grandes, se reunían en hermosos parajes, denominados “aliwenes”, donde realizaban sus fiestas interminables. Era una sociedad opulenta. Una “sociedad sin Estado” donde la cortesía permitía que se mantuviera la paz. Los jefes, llamados “lonkos” o cabezas, dictaban justicia sentados en amplios asientos de madera bajo los árboles. Sus sentencias eran inapelables. Enormes familias poligámicas permitían que se relacionaran todos con todos y que la sociedad mapuche fuera una red entrelazada de parientes.

            Todo cambió terriblemente con la Conquista. Ha sido sin duda una de las situaciones más duras y brutales que ha existido en la historia humana: mundos, sociedades, culturas, seres humanos que no se conocían, ni tenían idea siquiera de su existencia. Lo que ocurrió es conocido. Los conquistadores españoles demostraron un ímpetu vertiginoso. En unas pocas décadas cruzaron desde el mar Caribe hasta el estrecho de Magallanes en el extremo sur americano. Su pasar no fue suave sino apasionado, revuelto, codicioso, habría que decir también tormentoso.

            En el sur de Chile vivía una población cercana al millón de personas. En menos de cuarenta años se produjo una catástrofe humana y poblacional. Los mapuches fueron diezmados y la población quedó reducida a menos de doscientas mil personas. No se levantará de esa cifra hasta fines del siglo veinte. Las pérdidas por el lado hispánico no fueron pocas y entre ellos sucumbió el Gobernador y Conquistador de Chile, Pedro de Valdivia. El joven guerrero, conocido como Lautaro, lo venció en Tucapel, en el sur del territorio.

            La “Pacificación de la Araucanía”, como se denominó esta operación, se realizó en el marco pleno de la legalidad republicana del Estado chileno. Decisiones tomadas en el Congreso nacional, presupuestos aprobados, regimientos del ejército regular de la República, coroneles y generales profesionales, etc… No es como puede creerse una historia de aventureros desalmados. Por el lado chileno dirigía las operaciones el Ministro del Interior Señor Manuel Recabarren y por el lado Argentino el entonces Coronel y próximo Presidente de la República Julio A. Rocca. Una operación pinzas, concertada, coordinada, terminó con la oposición “araucana”.

            El 24 de febrero de 1881 es fundado el Fuerte Temuco en medio de la Araucanía y el 1 de enero de 1883 se refunda la ciudad de Villarrica que había sido destruida por los mapuches o araucanos hacía casi tres siglos antes. A partir de 1884 comienza el proceso de radicación de indígenas en reservaciones. A las agrupaciones mapuches se les entregan “Títulos de Merced” por esas propiedades. Un promedio de 6 hectáreas por persona. En total se les entregó quinientas mil hectáreas a un poco menos de cien mil indígenas, dejando a muchos sin tierra. Tres mil comunidades o reservaciones fueron constituidas entre 1884 y 1927, en que concluyó el proceso. La rica sociedad ganadera fue reducida a un pequeño espacio, empobreciéndose mediante la fuerza. A partir de esta situación comienza un complejo conflicto indígena en el sur de Chile que dura hasta el día de hoy.

            ¿Es posible una convivencia en Chile, de una sociedad criolla moderna, o que se autoconsidera camino a una modernidad avanzada, y formas de expresión autónomas de la sociedad indígena mapuche? ¿O cómo dicen los párrafos del epígrafe, se los obligará a la pertenencia a la común ciudadanía sin apelación? ¿O simplemente, como dice otro comentarista también anotado, se los deberá reprimir y “encerrar” hasta que se extingan? Si los mapuches no se movilizan, por cierto que la cuestión étnica desaparece. Es lo que ha ocurrido cada vez que se llega al límite de las presiones como han sido estas huelgas de hambre prolongadas. La sociedad vuelve a olvidarse de su existencia y la “normalidad” se apodera de los satisfechos. Pero la historia que resumidamente hemos relatado en este artículo, y por eso vale el recurso a la Historia, muestra que no ha sido así. Cada cierto tiempo, en una suerte de ciclos trágicos, se rearticulan las demandas, se levantan las movilizaciones y la reacción del Estado vuelve por sus mismos caminos.

 

Dedicado a mi gran amigo Colombiano: Hugo Gómez Ángel, abogado y defensor incansable de los más oprimidos.

 

Pepe Gómez, militante de CNT.AIT                         Puerto Real, Diciembre 2017

 

SOLIDARIDAD CON LA LUCHA DEL PUEBLO MAPUCHE EN SU LUCHA POR EMANCIPARSE DEL ESTADO CHILENO.

miércoles, 4 de octubre de 2017

MADRES MAPUCHES HACEN LLAMADO PARA SOLIDARIZAR CON MADRE DE HERMANOS HUELGUISTAS



Madres mapuche hacen llamado para solidarizar con madre de hermanos huelguistas

Mujeres mapuche y madres, han hecho extensiva una nota solicitando apoyo y solidaridad con la madre de los hermanos Trangol quienes realizaron recientemente una extensiva huelga de hambre.

En nuestra condición de mujeres mapuche y madres, hacemos un llamado a solidarizar con la Papay  Marta Galindo Carilaf,  madre de los hermanos Trangol Galindo, presos políticos mapuche  que se encuentran actualmente en prisión preventiva y uno de ellos Ariel Trangol   quien cumplió 118 días en huelga de hambre. Hacer efectivo su aporte voluntario al número de cuenta   63260205805, cuenta de ahorro del banco estado. Run 8.390.002-4.

Y la lamgen Margarita Matamala Morales, compañera de Ariel Trangol.  Margarita tiene dos hijos; el más pequeño de 1 año 4 meses de edad y el mayor de 3 años y medio, para los cuales necesita de  pañales  talla XG y ropa  talla 2 y 6,  numero de calzado 22 y 28, para ambos. Pu lamgen, cualquier ayuda en estos momentos es de suma importancia. Su cuenta rut es 18.872.789-1

Fono contacto 983186767- 989337524

Yafuluwaiñ

viernes, 29 de septiembre de 2017

COMUNICADO PUBLICO DE LOS PRESOS POLITICOS MAPUCHES ((DIFUNDIR))



COMUNICADO PÚBLICO de los presos políticos mapuches       ((DIFUNDIR))

 LOS PRESOS POLÍTICOS MAPUCHE HÉCTOR LLAITUL CARRILLANCA, ERNESTO LLAITUL PEZOA Y EL PRESO POLÍTICO, SIMPATIZANTE DE LA LUCHA MAPUCHE, DAVID CID AEDO COMUNICAMOS AL PUEBLO NACIÓN MAPUCHE Y A LA OPINIÓN PÚBLICA LO SIGUIENTE:

 1- QUE NUESTRA DETENCIÓN, JUNTO A LA DE LOS OTROS PU PEÑI REPARTIDOS EN DISTINTAS CÁRCELES DEL ESTADO CHILENO, CORRESPONDE A UNA OPERACIÓN DE INTELIGENCIA DIRIGIDA POR EL MINISTERIO DEL INTERIOR, PLANIFICADA POR LA ANI Y EJECUTADA POR CARABINEROS, EN ALIANZA CON EL MINISTERIO PÚBLICO Y PARTE DEL SISTEMA JUDICIAL (JUEZA LUZ ARANCIBIA Y CORTE DE APELACIÓN DE TEMUCO), DIRIGIDA A RESGUARDAR LOS INTERESES DEL EMPRESARIADO Y DAR SEÑALES CLARAS DE SU COMPROMISO CON ESTOS GREMIOS, POR SOBRE NUESTROS DERECHOS COMO PUEBLO MAPUCHE.

 2. QUE LA OPERACIÓN ''HURACAN'' CONSTITUYE EL MAS BURDO MONTAJE DE PERSECUCIÓN POLÍTICA QUE A EXISTIDO A LA FECHA EN CONTRA DE DIRIGENTES, MILITANTES Y SIMPATIZANTES DE LA CAUSA MAPUCHE, QUE TIENE POR OBJETO UNA SUPUESTA ASOCIACIÓN ILICITA, DE CARÁCTER TERRORISTA, QUE NI SIQUIERA TIENE NOMBRE.

 3. QUE ESTA OPERACIÓN CONTRAVIENE TODOS LOS PRINCIPIOS Y NORMAS DEL DEBIDO PROCESO, PUESTO QUE LA "LEY DE INTELIGENCIA'' NO PUEDE ESTAR POR ENCIMA DEL SISTEMA PROCESAL PENAL, EVIDENCIANDO CON ESTO LAS FUERTES PRESIONES POLÍTICAS AL PODER JUDICIAL.

 4. QUE NO EXISTIAN PRUEBAS PARA FORMALIZAR POR DELITO ALGUNO Y MENOS AÚN PARA HABER DECRETADO LA PRISIÓN PREVENTIVA, SÓLO EN BASE A SUPUESTOS MENSAJES. PARTICULARMENTE, EN ESE SENTIDO ACLARAMOS, QUE HÉCTOR LLAITUL NO CUENTA CON NINGÚN TIPO DE RED SOCIAL, ESPECÍFICAMENTE WHATSAPP, COMO SE HA MOSTRADO FICTICIAMENTE A TRAVES DE LOS MEDIO DE COMUNICACIÓN.

 5. QUE, A SU VEZ, QUEREMOS MANIFESTAR NUESTRO ABSOLUTO E IRRESTRICTO APOYO A LOS CUATRO PU PEÑI EN HUELGA DE HAMBRE EN TEMUCO, CUYA DEMANDA PRINCIPAL ES LA NO APLICACIÓN DE LA LEY ANTITERRORISTA.

 6. FINALMENTE HACEMOS UN LLAMADO A NUESTRO PUEBLO NACIÓN MAPUCHE A CONTINUAR LA RESISTENCIA Y A TODAS LAS PERSONAS CONSCIENTES A APOYAR NUESTRA DIGNA Y JUSTA LUCHA.

 ¡¡¡ AMULEPE TAIÑ WEICHAN !!!

 ¡¡¡ WENWAIÑ - MARRICHIWEW !!!

 CENTRO DE CUMPLIMIENTO PENITENCIARIO BIO BIO DE CONCEPCIÓN

 26 DE SEPTIEMBRE DE 2017

viernes, 22 de septiembre de 2017

EL PUEBLO MAPUCHE



EL PUEBLO MAPUCHE

A pesar de que constituyen casi el 10% de la población de Chile, el pueblo mapuche y su verdaderamente notable historia lamentablemente siguen siendo relativamente desconocidos para el hombre común del mundo occidental. Como el único grupo de indígenas de América del Sur en defenderse con éxito de las amenazas que los acosaron tanto del poderoso imperio inca como de los poderosos conquistadores españoles, sus extraordinarios logros deben ser conocidos universalmente. Victorias independentistas aparte, los mapuches son también un pueblo que, incluso en un mundo cada vez más globalizado, se enorgullecen de haber conservado las tradiciones de su cultura ancestral. Con una lengua aislada, deliciosa cocina antigua y obras de arte bellamente intrincadas, los indígenas mapuches chilenos tienen un don natural para la creatividad que es seguro que inspira a los turistas que tienen el privilegio de visitar estas comunidades unidas y ver a sus habilidades en acción.

•Al parecer el nacimiento de esta cultura fascinante se remonta unos 12.000 años, la lengua indígena mapuche, el mapudungu, todavía tiene un número estimado de 20.000 hablantes y numerosos académicos han acordado que es completamente ajeno a cualquier otro idioma.

•Profundamente religiosos, los mapuches consideran la vida como una batalla espiritual entre el bien y el mal, rinden culto a numerosos dioses celestiales y dependen de los líderes Machi para comunicarse con las deidades y para alejar a los malos espíritus Wekefu.

A pesar de que por una dispersión de los asentamientos algunos mapuches se encuentran en las zonas rurales del sudoeste de Argentina, las comunidades indígenas viven principalmente en la región de la Araucanía de Chile. De hecho fue precisamente, y no deja de ser sorprendente, esta dispersión de pequeños asentamientos y la separación de los clanes familiares lo que llevó a un triunfo sin precedentes de los mapuches sobre los españoles en el siglo XVI. Incapaces de erradicar la cultura única del pueblo mapuche en un solo ataque contundente, al igual que con los habitantes nativos del Perú, los conquistadores quedaron frustrados y humillados. Las técnicas de lucha de los mapuches pueden haber parecido desorganizadas y caóticas, ya que se ocultaban en el bosque antes de cargar de forma inesperada contra los desconcertados enemigos, pero la eficacia de estos métodos militares era innegable. Tras una guerra de más de 300 años (la Guerra de Arauco) en contra de varios ejércitos españoles, tanto la independencia del pueblo mapuche como su integridad cultural quedaron completamente intactas.

Desde proezas militares a la experiencia culinaria, el pueblo mapuche está igualmente dotado cuando se trata de servir una cocina nutritiva, versátil y sabrosa. A pesar del paso de los siglos, los nativos chilenos siguen fieles a las recetas de sus antepasados ​​y algunos incluso utilizan el horno tradicional, el curanto, un agujero de un metro de ancho en el suelo que se utiliza para calentar las carnes y verduras envueltas en hojas sobre un fuego de piedras al rojo vivo. En cuanto a la comida en sí, los mapuches son más conocido por la introducción del, ahora internacionalmente popular, merquén ahumado. Desde sándwiches hasta sopas de pescado, las especias dan a los platos típicos mapuches un aroma de chile suave. Otras sabrosas especialidades son los milcaos (tortitas de papa), kollof (algas) y charquicán (un saludable cocido de carne, calabaza, maíz y patata). Los manjares dulces mapuches son igualmente apetecibles y el albaricoque (ciruelas verdes amargas en conserva) y piñones empapados en jarabe se mantienen como firmes favoritos entre las comunidades indígenas.

También conocidos por la producción de obras de arte excepcionales y joyas exquisitas, los mapuches centran específicamente su talento creativo en la talla de madera, cerámica, cestería, tocados y collares. Las piezas de arte funcional mapuche varían entre decorativas o sagradas, utensilios, platos o adornos de pecho. Sin embargo, si le interesan las joyas llamativas, un viaje al Museo Mapuche de Pucón o Museo Regional de la Araucanía de Temuco sin duda no le defraudará. Lleno de grandes pendientes en forma de disco, fornidos collares medallón y elaborados tocados cubiertos con monedas, los visitantes de los museos están rodeados de un tesoro indígena. Si se sienten inspirados, los turistas pueden incluso probar sus propias habilidades artísticas mediante la participación en un curso de joyería mapuche de una semana de duración que se imparte en la sureña ciudad chilena de Valdivia.

Además de las inevitables presiones políticas que vienen con la preservación de una cultura indígena, lo cierto es que los mapuches de Chile se esforzarán para salvaguardar estas fascinantes y consagradas tradiciones en el futuro.